En la segunda mitad del siglo XV la situación de los vecinos de Murillo
el Cuende era dramática. Sus casas habían sido quemadas, quedando el
lugar desolado. Hace escasos años, al realizar unas obras para la puesta
de las aguas, se encontraron buen número de monedas de plata y cobre y
un florin de oro correspondientes a esta época, entre los cimientos de
un caserío incendiado, junto a la casa parroquial. Las guerras de
agramonteses y beaumonteses acarrearon la ruina a todo el caserío.
Solamente al final del siglo (1495) fueron admitidos 15 vecinos que
tuvieron que levantar las casas y las haciendas derruidas. Todavía se
habitan media docena de casas correspondientes a esta repoblación.
La iglesia del poblado actual está dedicada a Santa Fe. Sin estilo
determinado, su edificación corresponde a la época de repoblación de la
villa, aunque sufriera reformas posteriores (siglo XVIII). Merece
tenerse en cuenta una original piedra bizantina colocada actualmente en
el altar mayor, y una imagen del "Ecce Homo" de estilo renacentista de
indudable buen gusto.
La devoción a Santa Fe en Navarra es antiquísima. Santa Fe y San
Caprasio compañeros mártires, eran de Agen (Francia) y recibían mucho
culto en la Francia medieval. El "Liber Sancti Jacobi", al hablar de los
cuerpos de los santos que han de ser visitados por los peregrinos a
Compostela, cita juntamente a Santa Fe y a San Caprasio, martirizados en
Agen por Diocleciano.
Tengamos presente que la consagración del altar de Santa Fe, en la
catedral compostelana, en 1105, la hizo el obispo de Pamplona, Pedro de
Roda, antiguo monje de Conques, con aquiescencia de don Diego Gelmírez.
En Navarra penetró con fuerza la devoción a Santa Fe. En Epároz, valle
de Urraul, el antiguo monasterio cisterciense, hoy convertido en
santuario, estaba dedicado a la mártir Santa Fe, donde se conserva una
bella escultura francesa de la santa.
También Caparroso la tiene como patrona, y en Olite, durante la Edad
Media, el pueblo celebraba con gran solemnidad su fiesta por el voto que
habían hecho sus vecinos.
Escudo.
El escudo de Murillo el Cuende
es de plata y está integrado por un
castillo de tres torres, sumada la central por tres ramas de olivo,
símbolo de su antigua pertenencia al monasterio de este nombre.
Correspondiente al siglo XV se guarda en un documento de Comptos un
sello céreo, cuyo centro, que representa tres torres, está muy bien
conservado.
Marquesado.
En 1692 fue creado el marquesado
de Murillo el Cuende, adjudicado al ilustre caballero baztanés don Juan
Bautista Iturralde. Había nacido en Arizcun y fue ministro de Hacienda
en el reinado de Felipe V. Fue fundador del monasterio de monjas
clarisas de Arizcun y del colegio de San Juan Bautista de Pamplona, en
la plaza de Santo Domingo, para 12 seminaristas, nativos del valle de
Baztán.
Felipe V, en reconocimiento a los grandes
servicios del señor Iturralde le concedió este titulo nobiliario de
marqués de Murillo el Cuende.